Las nuevas tecnologías ayudan a mejorar el nivel de vida y el confort de las personas a diferentes niveles, con un gran impacto en su vida laboral y personal. A nivel global, tecnologías como la inteligencia artificial, el internet de las cosas o el big data están teniendo un gran impacto en las ciudades modernas y en la forma en la que realizan sus procesos, inversiones y proyectos. El big data en smart cities consigue mejorar la toma de decisiones a la hora de optimizar la ciudad para ofrecer los mejores servicios a los ciudadanos, basándose en datos reales obtenidos del análisis de grandes volúmenes de información recabada por múltiples canales.

Qué es el big data y cómo aplicarlo en las ciudades inteligentes

El big data es la tecnología que se encarga de capturar, almacenar, clasificar y analizar grandes volúmenes de datos y conseguir extraer información valiosa para mejorar la toma de decisiones.

Esta nueva tecnología enfocada en los datos se aplica a la toma de distintas decisiones dentro de una ciudad inteligente con el objetivo de mejorar sus prestaciones, funcionamiento, costes, y servicios que se ofrecen al ciudadano. Las principales características que definen las smart cities son:

• Mejoras de infraestructuras
• Entorno enfocado al desarrollo económico y social.
• Accesibilidad y sostenibilidad.
• Automatización.
• Seguridad de las personas y los bienes materiales.
• Tecnología en la educación.
• Alumbrado eficiente.
• Transparencia en la administración pública.

Beneficios de uso del big data en ciudades

El big data es una tecnología clave para el desarrollo de ciudades inteligentes, pues aporta beneficios como:

Incremento del nivel de seguridad

Las nuevas tecnologías como el machine learning, el big data y el internet of things permite que las ciudades modernas sean un entorno más seguro, tanto para las personas como para los bienes públicos y privados.

Los sistemas de videovigilancia automatizados e inteligentes reducen de forma notable el número de delitos y de actos vandálicos, y facilitan el trabajo de los servicios de emergencia, policía, sanitarios…

Mejorar la planificación y expansión

Las construcciones dentro de una smart city se realizan de forma mucho más eficiente y ajustada a las necesidades y recursos reales gracias a la información que proporciona el big data.

Las ciudades modernas se expanden a través de decisiones basadas en datos valiosos sobre eficiencia, necesidades de los ciudadanos, recursos existentes, costes, sostenibilidad, etc. El resultado final es que las ciudades mejoran su infraestructura y cuentan con una mejor planificación.

Gestionar de forma eficiente el consumo energético

Uno de los puntos claves en una smart city es el consumo energético a nivel global. En una ciudad, hay muchos elementos que requieren de energía para su funcionamiento como el alumbrado público, los semáforos, transporte, sistemas de acceso…

El big data ayuda a optimizar todos estos elementos que requieren fuentes de energía, haciendo un uso más eficiente de los mismos (ajustando el encendido y apagado del alumbrado según la necesidad real, por ejemplo).

Optimizar el flujo de tráfico

Las ciudades inteligentes destacan por una mejor gestión del tráfico lo que se consigue gracias al uso del big data y otras tecnologías (creación de infraestructuras de carreteras más eficientes, control del flujo de coches optimizados, implementación de mejores servicios de transporte público, entre otros).

Esta optimización del tráfico también ayuda a cuidar el medioambiente y apostar por el desarrollo sostenible, situación que podemos ver en grandes ciudades como Barcelona o Madrid, donde se aprovechan medios de transporte público no contaminantes o se limita el tráfico por horas y por zonas de forma inteligente.

Ejemplos de ciudades inteligentes

Vemos algunos ejemplos de cómo se aplica el análisis de grandes volúmenes de datos en las ciudades inteligentes para mejorar sus prestaciones y servicios.

• Songdo en Corea del Sur es una ciudad moderna e inteligente construida desde cero, donde no es necesario el uso de coches al proporcionar un servicio muy eficiente de transporte público. El big data permite incidir en aquellos aspectos clave para proporcionar el mejor entorno para los negocios y la vida en esta ciudad, disponiendo de servicios de educación, ocio y deportes adaptados a las necesidades reales de sus ciudadanos.
• En Nueva York, se apuesta por un sistema de apps para gestionar los accidentes en carretera y así poder proporcionar asistencia inmediata a los afectados, además de actuar de forma eficiente para evitar el impacto en la circulación.
• Barcelona destaca entre las ciudades inteligentes a nivel mundial por su gran apuesta por la interconexión a internet, ya que cuenta con una de las mayores redes de wifi gratuita en una gran ciudad.
• En la ciudad brasileña de Curitiba, la aplicación del big data y otras tecnologías han permitido una transformación de su industria y comercio para hacerla más sostenible y eficiente.
• Tokio es una de las smart cities más interesantes por las distintas medidas y sistemas que utiliza a distintos niveles. Su sistema de alumbrado público, por ejemplo, es uno de los más eficientes del planeta, ya que se sustenta en casi su totalidad por energías no contaminantes.
• Londres es uno de los ejemplos de ciudad moderna que podemos encontrar hoy en día. Ha sido elegida en varias ocasiones como la mejor smart city del planeta, algo que ha conseguido, entre otras cosas, por la gran importancia que da a la información (el London Datastore cuenta con una enorme base de datos sobre la ciudad que está a disposición pública).

El big data en smart cities es fundamental para que las ciudades inteligentes puedan ofrecer servicios que mejoren el nivel de vida y confort de los ciudadanos. Analizar toda la información que genera una ciudad le permite tomar mejores decisiones a la hora de optimizar servicios, implantar nuevas tecnologías a favor de los ciudadanos y

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