En el big data y otras tecnologías basadas en datos, se utilizan muchas técnicas y herramientas para poder leer y comprender información relevante, como es el caso de los mapas de calor.
El uso de un mapa de calor en estadística permite visualizar datos mediante un sistema de colores donde es más sencillo identificar las zonas de mayor interacción, y su uso se extiende a una amplia variedad de sectores y áreas, como el marketing, las ventas, el deporte, las finanzas…
¿Qué es un mapa de calor en estadística?
Un heatmap o mapa de calor es una herramienta visual que se utiliza en la analítica de datos y la estadística con el objetivo de representar la densidad o intensidad de variables dentro de un conjunto de datos, utilizando para ello una variedad de colores.
Se trata de un sistema ideal para identificar anomalías, detectar cambios, mostrar relaciones y encontrar patrones de forma visual, gracias a esta representación de las variables con distintos colores dentro de un mismo espacio.
Por ejemplo, un mapa de calor en la web principal de un e-commerce permite identificar qué zonas de la misma reciben más clics por parte de los usuarios, considerándolas zonas calientes. En este mapa de calor estadístico, estas zonas se representan con colores cálidos, mientras que las zonas donde hay pocos clics tendrán colores más fríos.
Consejos para crear un mapa de calor
Los mapas de calor son realmente útiles en muchos campos y disciplinas, pero tienen un gran valor cuando hablamos de marketing y ventas. Veamos algunos tips o recomendaciones interesantes para poder construir un mapa de calor de manera eficiente.
Organizar la información
Es importante que los datos con los que se vaya a crear el mapa de calor estén bien organizados, pasando previamente filtros para garantizar que se trabaja con información veraz y contrastada que pueda aportar valor real.
Si no se limpian los datos previamente, el mapa de calor generado no estará mostrando con precisión la realidad de los parámetros seleccionados, dando lugar así a interpretaciones incorrectas que puedan llevar a tomar malas decisiones.
Seleccionar los colores del mapa
Lo habitual es utilizar en los mapas de color un rango de colores cálidos y fríos para representar los datos, asignando los cálidos a las zonas de mayor interacción, y los fríos a las zonas con menos.
De esta manera será mucho más sencillo identificar los puntos críticos de manera visual, pues los colores más cálidos llaman más la atención a primera vista.
Una práctica frecuente que da grandes resultados a la hora de generar mapas de calor es seleccionar rojo y naranja como colores cálidos (para valores altos del mapa), y azul y verde como colores fríos (representando los valores más bajos en el mapa).
Es importante destacar que, a la hora de seleccionar colores, es considerable tener en cuenta el daltonismo para así hacer accesible el mapa de calor a todas las personas (utilizando para ello paletas de colores especiales para personas con problemas de visión, como la de ColorBrewer).
Notas e información adicional
Para completar un mapa de calor eficiente es necesario incorporar una serie de elementos que aporten valor y faciliten la comprensión de la información que representa, como por ejemplo:
- Leyendas con aclaraciones específicas (por ejemplo, información sobre lo que representa cada color).
- Escalas para poder medir y comparar variables.
- Otra información relevante como fechas, zonas…
- Elementos interactivos que permitan el filtrado por variables para obtener resultados personalizados del mapa.
Ejemplos mapa de calor y aplicaciones
Los mapas de calor se aplican en infinidad de campos hoy en día debido a todas las ventajas que proporcionan a la hora de comprender datos. Entre estas aplicaciones tenemos ejemplos tan interesantes como:
Sector de la aviación
En este sector es habitual el uso de mapas de calor desde hace mucho tiempo, donde juegan un papel fundamental para representar magnitudes clave como la cantidad de vuelos, los retrasos en las salidas, etc.
Gracias a estos mapas, un aeropuerto puede visualizar en tiempo real el estado de sus vuelos, identificando con un solo vistazo, si se está produciendo un colapso en las salidas.
Geomarketing
Cuando aplicamos mapas de calor en el marketing digital podemos obtener información realmente relevante sobre los consumidores. Por ejemplo, cada vez son más las empresas que utilizan mapas de calor para identificar “zonas calientes” en las ciudades donde montar sus tiendas físicas con más probabilidad de éxito.
Esto les permite tomar mejores decisiones a la hora de buscar locales comerciales donde montar sus puntos de venta, garantizando que la afluencia de personas esté asegurada.
Además, este geomarketing también es muy interesante en logística y transporte, pues permite identificar cuáles son las mejores rutas comerciales (acelerando los tiempos de entrega, a la vez que se reducen los costes).
Tiendas online
En un mercado digitalizado y globalizado como el actual, los e-commerce son una plataforma de ventas clave para cualquier negocio. Gracias a los mapas de calor, los responsables de marketing y venta de los comercios electrónicos pueden acceder a información valiosa de forma rápida y sencilla (conocer en qué lugar de la web se producen más clics, identificar que zonas de la ficha de productos no es consultada por los usuarios…).
Con un mapa de calor en estadística podemos identificar patrones y puntos críticos a través de un sistema visual representado por colores. Este sistema facilita mucho la comprensión de los datos al presentarse en un modelo gráfico que permite identificar a simple vista las zonas de mayor y menor interacción de variables y magnitudes.
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