En plena era digital, donde la tecnología permite recabar información en cualquier momento y lugar, los datos han comenzado a convertirse en el gran protagonista: y las estrategias de Business Intelligence y el Big Data adquieren especial relevancia en relación a la importancia de los datos para predecir modelos de comportamiento y mejorar la toma de decisiones empresariales.
Definición de Big Data
El concepto de Big Data pone el foco en el procesamiento de una enorme cantidad de datos, recopilados cada vez de forma más rápida y en distintos formatos de la que hoy se puede llegar a hacer acopio mediante múltiples canales de entrada, como el IoT (Internet of Things, o Internet de las cosas), las redes sociales, los dispositivos móviles y la geolocalización, entre otras.
Pero, aunque el núcleo del Big Data es el dato en sí mismo, en torno a él se construyen todo un conjunto de herramientas y tecnologías para su captura, almacenaje y posterior procesamiento: de nada sirve recoger infinidad de datos si posteriormente no pueden ser procesados.
La parte más crítica del Big Data es conseguir que estos procesos transcurren en un tiempo breve y a unos costes razonables: en última instancia, tendrá que servir para tomar mejores decisiones y de forma más rápida en base a los datos obtenidos, por lo que el Big Data está intrínsecamente ligado a unas herramientas tecnológicas que permitan ese tratamiento, análisis y visualización masiva de datos.
Big Data: modelos predictivos
Una de las aplicaciones más extendidas del Big Data es la creación de modelos predictivos que permitan a la empresa tomar ventaja sobre distintos aspectos del negocio: un recabado de datos tan completo puede arrojar información realmente valiosa, y permitir así la anticipación de las estrategias corporativas.
Las empresas no son ajenas a explotar todas las bondades del Big Data: en la actualidad, se puede conseguir información relevante para un negocio a través de múltiples fuentes y, mediante un adecuado procesamiento, estos datos pueden convertirse en un potente aliado para la estrategia de la organización.
Definición de Business Intelligence
Para acercarnos al significado de Business Intelligence (BI), hemos de pensar en un conjunto de elementos: una definición que abarca tecnologías, estrategias y metodologías de tratamiento de datos, y que tienen la finalidad última de convertir los datos en información, y la información en conocimiento para que la empresa pueda tomar mejores decisiones.
En Business Intelligence, el mayor peso recae en la analítica de los datos, puesto que se persigue hallar relaciones entre ellos: al ser capaces de encontrar patrones ocultos a simple vista en los datos, se puede llegar a conseguir una comprensión completa de una situación o conjunto de situaciones.
Este análisis está finalmente destinado a interpretarse a partir de cuadros de mando (dashboards), que ayudan a ver y comprender las relaciones encontradas en los datos, y no sólo los datos en sí mismos: mediante un vistazo relativamente rápido, se puede obtener una visión más completa de una situación o situaciones a partir de los datos originales.
BI: toma de decisiones
De este modo, aunque los datos ocupen igualmente un lugar central en BI, son solo una parte de toda la metodología: la inteligencia empresarial persigue «hacer algo con los datos» para en última instancia, dotarlos de inteligencia (es decir: que se puedan tomar decisiones en base a los datos existentes).
Dado que la metodología de BI se basa en analizar datos y encontrar sus relaciones, las organizaciones pueden utilizar la inteligencia empresarial para adoptar mejores decisiones, a niveles indistintamente estratégicos, tácticos y operativos: las relaciones entre los datos se plasman en paneles de información que facilitan la elección del rumbo de la organización.
Diferencias entre Business Intelligence y Big Data
A la luz de las definiciones anteriores, los límites que separan BI y Big Data pueden quedar algo difusos: no obstante, veremos claramente que no son lo mismo, aunque guarden bastante relación al construirse en torno a la importancia de los datos.
- Big Data incide sobre la captación, el almacenaje y el procesamiento de los datos; BI se centra en convertir los datos en información a partir de su análisis.
- En Big Data, se admiten datos de casi cualquier naturaleza y procedencia, y se almacenan en un modelo de data lake (datos en bruto); BI, en cambio, se construye sobre el modelo de data warehouse (datos estructurados).
- El perfil profesional asociado a Big Data es eminentemente técnico, porque necesita grandes destrezas para manejar las herramientas tecnológicas que permiten el acopio y el procesamiento de los datos; el de BI es analítico, más orientado a la estrategia de la empresa que a la tecnología en sí misma.
En realidad, el concepto clave para diferenciar BI y Big Data es la naturaleza de los datos sobre los que se construyen ambos modelos: la idea de Big Data es romper todas las barreras posibles en lo que se refiere a obtener y procesar los datos, y la de BI es profundizar en su análisis.
La sinergia entre Business Intelligence y Big Data
Desgranando sus diferencias, podemos comprobar que, mientras Big Data orienta prácticamente todos sus esfuerzos en los datos en sí mismos, BI lo hace en las relaciones existentes entre ellos: esta diferencia, en cambio, constituye el verdadero punto de unión entre Big Data y BI.
¿Y por qué? Por la finalidad común de ambos conceptos y la utilidad que tienen para las empresas, que persiguen un mayor conocimiento del cliente o del negocio, y una toma de decisiones más acertada y en base a hechos en lugar de opiniones.
En consecuencia, también podemos decir que BI y Big Data se complementan. El modelo de BI necesita de datos para analizarlos y hallar sus relaciones, y el Big Data nos permite disponer de una cantidad de datos hasta hace poco imposible de almacenar o gestionar; por su parte, Big Data carece de toda la operativa analítica de BI para dotar de sentido a los datos, mientras que su objetivo se limita a la recogida y al procesamiento.
Business Intelligence y Big Data conforman un potente e interesante binomio centrado en los datos: a pesar de que son conceptos diferentes, de su sinergia pende todo un conjunto de tecnologías, estrategias y metodologías orientado a ayudar a las empresas a ser más productivas y competitivas en el mercado.