Si hace un par de semanas, os enseñé a cargar paletas de color definidas por el usuario en Tableau, hoy os traigo una introducción a la Psicología del color, orientada a visualización de datos, para que las gamas que creéis tengan sentido y causen las emociones deseadas. Porque no basta con que un dashboard sea ‘bonito’. La estética visual no sirve de nada si no somos capaces de justificar nuestras elecciones cromáticas. Podemos apostar por tres diferentes estrategias:
Color real
Que los colores significan cosas, eso lo tenemos claro y algunas asociaciones son tan evidentes que no tenemos ni que pensarlas. Estamos hablando del color real, es decir, la gama cromática visible predominante en la escena que se quiere evocar, ya sea una imagen, un recuerdo, etc. Por ejemplo, la intuición nos dice que una visualización sobre el Amazonas debería tener una tonalidad verdosa, mientras que una entorno a la Batalla de Stalingrado, sería oscura, puede que en escala de grises, como si fuera una fotografía antigua.
Color semántico
Este tipo de estrategias semánticas juegan con el significado cultural de los colores. En ocasiones, el color semántico coincidirá con el auténtico de las cosas, pero no tiene necesariamente por qué. Por ejemplo, en una visualización sobre los deportistas españoles que compitieron en los JJOO de Tokio 2020, por color real debería predominar el rojo, igual que nuestras equipaciones; sin embargo, el color rojo tiene connotaciones negativas mucho más poderosas que se asocian con la derrota y los malos resultados. Mi consejo es que huyáis de cualquier relación semántica que pueda parecer negativa, aunque sea nimia. ¿Qué haría yo? Se podría, por ejemplo, utilizar los colores olímpicos, o el blanco y el azul marino, que también predominan en la equipación.
Es muy importante tener en cuenta que dichas connotaciones pueden cambiar de una cultura o de un país a otro, y que algo que creíais que era positivo, de repente no lo sea o sea incluso un color tabú (en India, el blanco representa la muerte).
Color sensible
Aunque similar al anterior, la intención es bien distinta. El color sensible, al contrario que el semántico, no busca asociaciones con conceptos de carácter cultural o social, sino provocarnos sentimientos a nivel individual. Unas tienen como objetivo el cerebro y, las otras, el corazón. En este caso, para el ejemplo de los JJOO, a lo mejor sí que sería legítimo usar el rojo que, bien utilizado y combinado con tonalidades más magenta, representaría la pasión de los deportistas y la que sentimos los aficionados españoles por esta competición.
Esto demuestra que, con cuidado y conocimiento de causa, estamos capacitados para seleccionar las gamas cromáticas a placer y que, el mismo color, dependiendo de los que le rodeen, puede significar una cosa u otra. Es decir, que los colores no son independientes. Dialogan entre sí y hay que evaluarlos en conjunto. Además, las paletas deben de ser armónicas. Algunas de las armonías más comunes son (las más utilizadas con las tres superiores):
Ahora, una última recomendación: confiad en vuestro instinto. Ya sé que puede parecer contradictoria a todo lo que acabo de enseñar, con tantas leyes, teorías y combinaciones; pero, teniéndolas presentes, es vuestra intuición la que os va a guiar en la dirección correcta. Al fin y al cabo, todos somos hombres y mujeres de nuestro tiempo, estamos dentro de la sociedad y lo que funciona con nosotros (creadores y espectadores indistintamente) es muy probable que funcione con los demás.
¿Os animáis a crear vuestras propias paletas personalizadas para Tableau, siguiendo mis sugerencias?