Continuamos con el ciclo de mujeres visualizadoras a través de la historia, que se inauguró con las fantásticas monjas del Monasterio de Ebstorf. Vamos a viajar muy lejos, al otro lado del océano, para demostrar que el ímpetu visualizador es algo universal, que está por encima de una u otra cultura u orden social.
Shanawdithit (1801-1829, Canadá) fue la última mujer de la tribu de los Beothulk. Nació cerca de un gran lago de la isla de Terranova hacia 1801, una época en la que la población Beothuk estaba disminuyendo. Su modo de vida tradicional se estaba viendo afectado por la proliferación de asentamientos europeos (británicos, en su mayoría) en la isla, la violencia de los colonos y las enfermedades importadas del Viejo Continente contra las que tenían poca o ninguna inmunidad. Para más inri, se veían lentamente aislados del mar, una de sus principales fuentes de alimento. Los Beothuks habían recelado (con razón) durante mucho tiempo de los europeos y viceversa, pues los cazadores y peleteros les tenían por ladrones e incluso, en ocasiones, les atacaban. Cuando era niña, Shanawdithit recibió un disparo de un cazador de pieles mientras lavaba carne de venado en un río. Pudo haber muerto, pero era fuerte y, tras sufrir la herida durante algún tiempo, se recuperó.
Shanawdithit tuvo un talento natural para representar visualmente situaciones acaecidas a ella y a su tribu, y que ha logrado transmitir a la posteridad y convertir en parte del legado de los Beothulk. Existen relatos de todos los tipos, aunque, por desgracia para ella, predominen los dramáticos. Un ejemplo es el terrorífico rapto de su tía, Demasduwit, fue secuestrada en 1819 por los soldados británicos al mando de John Peyton Jr. Tras el asalto, los pocos Beothulk que aún se resistía a marcharse, abandonaron el que había sido hogar de la tribu durante generaciones, para no volver.
Esta no es una historia alegre, ya os lo avisé. Si queréis ver a los indios y colonos dándose la manita, ahí tenéis Pocahontas. En la primavera de 1823, Shanawdithit perdió a su padre, que falleció como consecuencia de una caída en el hielo. Y no era el primer miembro de su familia en morir; la mayor parte de ellos lo habían hecho a causa del hambre, la enfermedad y los sucesivos ataques británicos. Enfermas y hambrientas como estaban, Shanawdithit, su madre y su hermana pidieron ayuda su vecino, el cazador William Cull, y las tres mujeres fueron llevadas a San Juan (Terranova). No sirvió de nada, pues la madre y la hermana de Shanawdithit no tardaron en ser víctimas mortales de tuberculosis.
Los británicos rebautizaron a Shanawdithit como Nancy April y le enseñaron a hablar inglés. Tuvo la buena fortuna, en septiembre de 1828, de ser acogida por William Eppes Cormack, emigrante escocés, empresario de Terranova y filántropo. Fundó la Institución Beothuk en memoria de la tribu y para financiar estudios de lo que quedaba de ella; además, sacó fondos para ayudar a Shanawdithit en su educación. Grabó gran parte de lo que ella le iba contando sobre su pueblo y añadió notas a sus dibujos. Shanawdithit permaneció al amparo de Cormack hasta principios de 1829. El gobierno británico esperaba que la joven indígena actuara como puente entre su pueblo y la autoridad, no obstante, ella se negó a partir con ninguna expedición, aludiendo a que los Beothuks matarían a cualquier persona que hubiera estado con los europeos, incluso la propia Shanawdithit, como una especie de sacrificio religioso y de búsqueda de venganza y redención por los que habían sido asesinados.
Ese mismo año, Shanawdithit fue ingresada en el Hospital de St. John’s y sucumbió a la tuberculosis que ya se había llevado a su madre y a su hermana, con la que también ella llevaba meses luchando. Fue enterrada en la parroquia local. En 1903, el cementerio se sustituyó por vías ferroviarias y la iglesia fue derribada en 1963. Lo único que quedó de Shanawdithit fue su calavera (propiedad del londinense Royal College of Physicians, posteriormente extraviada durante el bombardeo de la ciudad en la Segunda Guerra Mundial) y una lápida en el lugar que reza:
This monument marks the site of the Parish Church of St. Mary the Virgin during the period 1859 – 1963. Fishermen and sailors from many ports found a spiritual haven within its hallowed walls. Near this spot is the burying place of Nancy Shanawdithit, very probably the last of the Beothuks, who died on June 6, 1829.
Este monumento señala el emplazamiento de la Iglesia Parroquial de Santa María Virgen durante el periodo 1859 – 1963. Pescadores y marineros de muchos puertos encontraron un refugio espiritual entre sus sagrados muros. Cerca de este lugar se encuentra la tumba de Nancy Shanawdithit, muy probablemente la última de los Beothuks, que murió el 6 de junio de 1829.
Shanawdithit es muy reconocida entre los habitantes de Terranova. En 1851, un periódico local, el Newfoundlander, le puso el apelativo de Princesa de Terranova y, en 1999, los lectores de The Telegram decidieron que fuera el personaje aborigen más importante de los últimos 1.000 años, con nada más y nada menos que el 57% de los votos.